El hombre corría.
Corría mientras con ademanes bruscos miraba hacia atrás.
No se percata que el paisaje ya no le persigue.
Pero corre hasta constatar que no hay nada vivo de qué huir.
Huía acaso? De qué huia?, por qué?… Se fugaba.
Se extendió tanto en el empeño de fuga que se volvió invisible
que es lo más parecido a la desnudez,
que es lo más parecido a la soledad,
que es lo más parecido a escapar,
que es lo mas parecido…
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