martes, 17 de enero de 2017

FUGACIDADES


El hombre corría.



Corría mientras con ademanes bruscos miraba hacia atrás.



No se percata que el paisaje ya no le persigue.



Pero corre hasta constatar que no hay nada vivo de qué huir.

Huía acaso? De qué huia?, por qué?… Se fugaba.



Se extendió tanto en el empeño de fuga que se volvió invisible



que es lo más parecido a la desnudez,



que es lo más parecido a la soledad,



que es lo más parecido a escapar,



que es lo mas parecido…

ENAMORATE


No puedo pedirte que te enamores de una mujer que lee, porque ya alguien lo hizo por mí.

Sin embargo, puedo pedirte que te enamores de una mujer de verdad. 
Enamórate de una mujer que busque “figuritas” en las nubes. 
Enamórate de una mujer que sea lo suficientemente valiente para decir que tiene miedo pero que siempre ejecute a pesar de él. 
Enamórate de una mujer que no mate hormiguitas sólo porque puede, enamórate de la que agarra la hormiguita en la uña y la devuelve a su filita. Eso significa que es buena y capaz de apiadarse de los que no tienen las mismas herramientas que ella.
Enamórate de una mujer que no disimule ni esconda lo inteligente que es. Las que se hacen pasar por brutas son mucho más peligrosas que las que asumen con orgullo lo inteligentes que son. Además, ¿por qué quisieras estar con una mujer que se subestima para cazar un hombre? 
Enamórate de una mujer que sea abrazable, adorable, querible y cogible. Todas son importantes. Enamórate de una mujer que no se maquille mucho. Son honestas y seguras. Las que se maquillan mucho envejecen más rápido. 
Enamórate de una mujer que sea Team Mafalda y no Team Barbie.
Enamórate de una mujer que le guste comer. La vida es más divertida comiendo pizza que lechuga. Enamórate de una mujer que le guste la música. No importa que no sea la misma que te guste a ti. La música puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando se enfermen y salvarlos cuando se pierdan.
Enamórate de una mujer que sepa cocinar, que le guste lavar platos o que tenga dinero como para comprar un lavaplatos. Trust me on this one.
Enamórate de una mujer que esté más preocupada por los ceros en sus cheques que en los tuyos. Enamórate de una mujer que te quiera porque la haces reír y no porque le compras cosas. Enamórate de una mujer que respire profundo para calmarse cuando te ve. 
Enamórate de una mujer que no pueda esconder nada. Enamórate de los ojos que la delaten y que te digan lo que necesitas saber. 
Enamórate de ella porque le brillan los ojos cuando te ve. Eso significa que está enamorada de ti.
Enamórate de una mujer que hable bastante, para que tú no tengas que hacerlo. La parte fácil es tuya: asiente y sonríe como si tuvieras idea de lo que está hablando. 
Enamórate de una mujer que te escuche con atención. 
Enamórate de una mujer que te pueda hacer sentir culpable y genuinamente arrepentido de vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la arrogancia y el orgullo. 
Enamórate de una mujer que no sepa planchar, para que no pierdan ni un solo momento juntos. Enamórate de una mujer que sepa escribir “notitas” de amor. Las “notitas” reviven las mariposas y hasta pueden mandar un bombazo de sangre al…corazón.
Enamórate de una mujer que le guste bailar. Recuerda que bailar es la expresión vertical de un deseo horizontal. 
Enamórate de una mujer que piense en otras cosas, que haga otras cosas y que piense en otras personas diferentes a ti. 
Enamórate de una mujer con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú, para que no te asfixie. 
Enamórate de una mujer que sepa que el amor tiene que ser libre. El amor obligatorio sólo le hace daño a los involucrados.
 Enamórate de una mujer que ame y deje amar. Que sea y deje ser. Enamórate de mí o de alguien como yo, para que no me duela tanto.