miércoles, 13 de junio de 2018

GALATEA







Ella es una obra de arte
si está dormida;
un espectáculo de la naturaleza
si está
despierta;
una fiesta para dioses
si va desnuda…

¿Qué más puede pedirun héroe?

martes, 26 de septiembre de 2017

TANGO DEL VIUDO BEODO


-fondo de facebook-

Se me ha muerto sin nacer
la mujer que me tenía.



























La mujer de mi vida se me ha muerto
matándome en la ruta a su final.
Agonice, con ella, todo el tiempo
que pasamos juntos, agonizando.

Me quería, pobrecita. -Estoy sentido-
a este mi ser que nunca mereció tanto,
a mí, que siempre la advirtió tan lejana
y perseguida por un rictus de desdén.

Se me ha muerto, se murió. –¡Mira que vaina!-
La muerte es un para siempre solapado,
que desgarra la certeza de un jamás
que habita  en el sueño de los  desvelados.


Aquí en una esquina del corazón
reposarán sus restos, inmortales,
porque me siento incapaz de soplar
al viento sus  cenizas veneradas.

  
Su deceso me ha causado tanto estrago,
tanto desconsuelo - y ni quien lo niegue-
que de seguro dolerá. -Morirse duele-
lloraré muchas
cervezas y unos cuantos tragos.

Tuvo bien merecida su vida -Sí-
bien merecido el amor que mereció.
Hoy es pelusa fermentada de olvido
polvo, pavesa, escoria lo que quedó.

Me pidió, por lo que más yo quisiera, Ella,
sin duda, que en su tumba dispusiera
las armas letales causantes de su huida:
un celular y una tablet. Y le he cumplido.

La mujer que me tenía
se me ha muerto sin nacer.

SAL DEL SOL

1
La selva es una ciudad 
que está viva está en todo tiempo; 
sin embargo la ciudad
es una selva de ruido, 
de  smog  y cemento.


2
Todo en esa selva canta,
–milagrosa canción viva- 
como un coro se levanta, 
pentagrama de la brisa
como música sabida.

3
naciendo en todo momento,
con paciencia la ternura:
barro, nido, madriguera,
erige sus monumentos.

4
La simpleza de los grillos,  
la compleja mariposa;
bichos de luz. ¡Cuánto brillo!
el milagro intermitente
del diseño de la rosa.

acercan lo que está lejos.
las lluvias, las estaciones,
como hojas de un cuaderno,
anunciando mil  y un cortejos.

5
Un murciélago de frac 
vestido para la fiesta 
que en la noche ofrecerá
y animoso animará
con el resto de su orquesta.


6
El ala se asoma oronda, 
resplandece la mañana.
La vida se torna fronda
verde y lila la hojarasca 
acuarela en la ventana.

Lo que repta y lo que vuela 
–razón, esperanza y rumbo- 
lo que nos nace y nos queda
-fulgor, semilla y susurro-
persistente cambia al mundo.


La sombra que nos cobija 
del árbol que no podamos 
es hermana, esposa, hija
vecina, compañera, amiga
del aire que respiramos.

El jardín es escenario
donde danza un picaflor,
galante don Juan que a diario
es responsable sin culpa
del rubor de cada flor.

Es el árbol la guitarra 
pulsada por carpinteros
piropeando a las palomas
sin perder la compostura
de galantes caballeros.

De los pájaros aprendo 
a soñar despierto el cielo,
de sus garras, el coraje
-fruto del trino el graznido-
para hacer valer mi sueño.

Si faltan no habrá más vida 
que valga, no habrá más flor
no habrá país, no habrá paisaje
y tampoco esta canción.

Poemas de antes

El Salvador
1
Me aprisiona esta hoguera
Los países encendidos
Los pueblos llagosos
Los hombres dispuestos
Abriéndose la voz
Para disparar.
2
Ahora los barcos
Deshojados en los puertos
Cruzan mares  pasan canales
Como los hijos abandonados
del cordón umbilical
 igual se desprende la gota de sangre
que desciende lenta
desde tu mejilla.

Museo del hombre
Cuando el hombre fue un error
Mordido en su raíz
Un derrotado suceso de la historia
Un cautivo retorcido por el fuego de sus celdas

Cuando el tiempo detuvo su vuelo súbito
Y se acostó a dormir en los museos
Entre sorprendidos hitos
Pródigas vasijas y alhajas de eras vencidas
Aquí se instaló el ardor y la añoranza
Para testificar que nuestros ancestros

También deshicieron cadenas y prisiones.

Canción para una guerra al acecho
Ahora que los peces han muerto de sed en los ríos
Y el mar no se escapa: corre –glauco orate-
De un lado al otro en su celda fatal de tierra y hambre…

Ahora que las bestias detienen su instinto
y su vertiginosidad y pueblan la vastedad
y las piedras la generosa flora de venas secas
y transparente muerte…

Ahora que las aves
suspenden su danza
y se volatizan sin alas ni graznidos

Ahora que los hombres truecan las manos por misiles anhelantes
En la eterna disputa por despedazar el mundo
Yo, violento animal escapo por la ventana abierta al solo

Armado de acto denuncia y palabra.

martes, 17 de enero de 2017

FUGACIDADES


El hombre corría.



Corría mientras con ademanes bruscos miraba hacia atrás.



No se percata que el paisaje ya no le persigue.



Pero corre hasta constatar que no hay nada vivo de qué huir.

Huía acaso? De qué huia?, por qué?… Se fugaba.



Se extendió tanto en el empeño de fuga que se volvió invisible



que es lo más parecido a la desnudez,



que es lo más parecido a la soledad,



que es lo más parecido a escapar,



que es lo mas parecido…

ENAMORATE


No puedo pedirte que te enamores de una mujer que lee, porque ya alguien lo hizo por mí.

Sin embargo, puedo pedirte que te enamores de una mujer de verdad. 
Enamórate de una mujer que busque “figuritas” en las nubes. 
Enamórate de una mujer que sea lo suficientemente valiente para decir que tiene miedo pero que siempre ejecute a pesar de él. 
Enamórate de una mujer que no mate hormiguitas sólo porque puede, enamórate de la que agarra la hormiguita en la uña y la devuelve a su filita. Eso significa que es buena y capaz de apiadarse de los que no tienen las mismas herramientas que ella.
Enamórate de una mujer que no disimule ni esconda lo inteligente que es. Las que se hacen pasar por brutas son mucho más peligrosas que las que asumen con orgullo lo inteligentes que son. Además, ¿por qué quisieras estar con una mujer que se subestima para cazar un hombre? 
Enamórate de una mujer que sea abrazable, adorable, querible y cogible. Todas son importantes. Enamórate de una mujer que no se maquille mucho. Son honestas y seguras. Las que se maquillan mucho envejecen más rápido. 
Enamórate de una mujer que sea Team Mafalda y no Team Barbie.
Enamórate de una mujer que le guste comer. La vida es más divertida comiendo pizza que lechuga. Enamórate de una mujer que le guste la música. No importa que no sea la misma que te guste a ti. La música puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando se enfermen y salvarlos cuando se pierdan.
Enamórate de una mujer que sepa cocinar, que le guste lavar platos o que tenga dinero como para comprar un lavaplatos. Trust me on this one.
Enamórate de una mujer que esté más preocupada por los ceros en sus cheques que en los tuyos. Enamórate de una mujer que te quiera porque la haces reír y no porque le compras cosas. Enamórate de una mujer que respire profundo para calmarse cuando te ve. 
Enamórate de una mujer que no pueda esconder nada. Enamórate de los ojos que la delaten y que te digan lo que necesitas saber. 
Enamórate de ella porque le brillan los ojos cuando te ve. Eso significa que está enamorada de ti.
Enamórate de una mujer que hable bastante, para que tú no tengas que hacerlo. La parte fácil es tuya: asiente y sonríe como si tuvieras idea de lo que está hablando. 
Enamórate de una mujer que te escuche con atención. 
Enamórate de una mujer que te pueda hacer sentir culpable y genuinamente arrepentido de vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la arrogancia y el orgullo. 
Enamórate de una mujer que no sepa planchar, para que no pierdan ni un solo momento juntos. Enamórate de una mujer que sepa escribir “notitas” de amor. Las “notitas” reviven las mariposas y hasta pueden mandar un bombazo de sangre al…corazón.
Enamórate de una mujer que le guste bailar. Recuerda que bailar es la expresión vertical de un deseo horizontal. 
Enamórate de una mujer que piense en otras cosas, que haga otras cosas y que piense en otras personas diferentes a ti. 
Enamórate de una mujer con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú, para que no te asfixie. 
Enamórate de una mujer que sepa que el amor tiene que ser libre. El amor obligatorio sólo le hace daño a los involucrados.
 Enamórate de una mujer que ame y deje amar. Que sea y deje ser. Enamórate de mí o de alguien como yo, para que no me duela tanto.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Lo real maravilloso ocurre todos los dias

La literatura vino al mundo para hacernos la vida feliz, aunque algunos escritores  se empeñan a fondo para hacer todo lo contrario. A veces las anécdotas para contarnos como fueron concebidas las obras resultan mucho más interesantes que la obra misma. Igual, lo considero  un valor agregado.
Explorar sobre la intríngulis de la gestación de una novela, un cuentario, un poemario resulta delicioso, si el humor del autor  es humor del bueno. Aún cuando ese ejercicio de eutrapelia no esté reflejada en el producto final.
La narrativa panameña tiene mucho de lo que anoto. Algunos autores escriben desde su experiencia personal. La calidad de su producto dependerá de la riqueza de esa vida. Otros son unos oidores empedernidos y escriben eso que escucharon de pasada, subrepticiamente, por supuesto pasado por el tamiz del editor, el corrector de estilo,(el negro, el coach), quien le debe hacer las observaciones obvias para escapar del plagio.
Me gusta el autor que habla de conmover, de alegrar al lector. Me deleita más aquel que paga impuesto a los actores cotidiano, a la gente de por ahí, cuando reconoce que escuchó, vio y tomo prestado lo que cuenta, canta. Recuperar esa información o sucesos y hasta expresiones del habla popular es bueno,  de lo contrario, esa rica materia prima, se pierde.
Si el autor se expresa en espacios y atmósferas nacionales está contribuyendo de alguna manera a recuperar la memoria geográfica, arquitectónica, gastronómica, hasta lingüística de la ciudad.  Si el autor  se ha decidido por rescatar los pañuelos de la historia, esos retazos que no registra la historia oficial, porque a veces es mentirosa, por incompleta, yo seré su incondicional.
Ficcionar es irse lejos de la verdad, es pura invención. Pondré sobre la página un personaje (un protagonista) desnudo que construiré, lo alimentaré, crecerá, le daré palabras, canciones, historias y finalmente, ya vestido, me abandonará como a madre ciega. Le tocará cuidar su alma de narración en primera persona para no convertirse, por la ley de acción y reacción, en ser humano con un rol secundario.

Lo real maravilloso ocurre todos los días. Se debe tener  “la pupila absorta” para darse cuenta, si es que se quiere enriquecer el ejercicio narrativo. No se puede olvidar que un cuento, un poema, una humilde novela es, debes empeñarte en eso, una obra de arte. Si queremos entregar textos de trascendencia, debemos atender esa premisa.